Entonces sutilmente de una jugada a otra, y aunque pareciera que nada hubiera ocurrido en el tablero, la situación es otra, la realidad ha dejado de operar según las normas corrientes para dar paso a otra dimensión, el tiempo se transforma en tiempo mental, y la estructura de nuestra vida cotidiana se ha transformado en una estructura de pensamiento puro, de imaginación en sí. En resumen toda partida de ajedrez puede corresponder a un poema, bien o mal planteado, bien o mal construido.
De: "El juego de Ajedrez o Visiones del país de las Maravillas".
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