Sin duda uno de los juegos más antiguos y simples en su regla: Esconderse y buscar. En este caso se escoge, en un grupo de niños, a uno que tendrá que contar en voz alta hasta cien, apoyado contra un muro o un árbol para no ver a los demás- Terminado el conteo tendrá que buscar a sus compañeros que, mientras tanto, habrán corrido a ocultarse en un escondite seguro. Si "el buscador" logra verlos grita su nombre y, tocando el lugar del conteo, señala donde se encontraban. Si alguno de los niños escondidos puede llegar al muro sin ser visto se salva.
Aqui la versión que relata el gran jefe apache Gerónimo en sus memorias: "Con mis hermanos y hermanas jugábamos en las cercanías del hogar de mis padres. A veces jugábamos a escondernos entre las rocas y los pinos. En ocasiones nos escondíamos de nuestra madre para ver si lograba encontrarnos y, con frecuencia, los que estaban ocultos se quedaban dormidos o permanecían escondidos muchas horas."
El juego del escondite (o " escondidillas") se denomina "koréko" en guaraní y "hide and seek" en inglés. Pero su modalidad más elemental se remonta a la tierna infancia. La mayoría de los padres ha jugado a esconderse, o a quitar un objeto de la vista de su bebé, para sorprenderlo y, sin querer queriendo, darle las primeras nociones de permanencia del mundo que lo circunda. Esta actividad se acompaña con un "Peek-a-boo! I see you!", en inglés, mientras los españoles lo denominan "cucú-trás" y en latinoamérica hay versiones como: "¿'Ontá' el bebé? ¡Ahí 'tá!" o bien, cuando nos escondemos... ¿dónde ta?? y cuando reaparecemos... ¡acá taaaaa!!! (En versión chilena: "¿dónde está??...¡aqui taaaaaa!!!" y Argentina: - ¿Dónde Ta nene?- Acataa!!!!).
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