lunes, 2 de noviembre de 2009

Ludopatías

Perdidas en el Póker lo llevan al suicidio

En dos competencias organizadas en Casinos de la ciudad de Lima el jugador profesional Alessandro Bastianoni, de 48 años, perdió unos 600 mil dólares, lo cual parece haber sido el principal motivo de su suicidio.

Dichos torneos tuvieron lugar en los meses de mayo y junio y, en la última comunicación con su novia a principio de julio, el italiano parecía sumamente deprimido. Su cuerpo fue encontrado la madrugada del 16 de julio (2013) en un departamento que había alquilado en Miraflores.

Mayor información en: http://www.larepublica.pe/17-07-2013/italiano-pierde-600-mil-dolares-en-un-casino-de-miraflores-y-se-suicida 






La nota roja de los juegos:

Alexandra V. Tobias, de 22 años, mató a su hijo de 3 meses de edad por interrumpirla mientras avanzaba en su juego favorito en Facebook , el popular “ FarmVille”. La estadounidense, confesó a las autoridades que la muerte del bebé fue de forma accidental, producto de los nervios en el que se encontraba a causa que éste le impedía seguir con la aplicación.

“Sacudí al bebé, me fuí a fumar un cigarrillo para recobrar la compostura y después lo sacudí de nuevo”, dijo Alexandra a los investigadores del caso. Además manifestó no estar segura en qué momento pudo causarle la muerte a su pequeño hijo.

Se presume que la muerte del bebé se produjo al chocar la cabeza con algún objeto contundente.

Ricardo Manteáis, fiscal encargado del caso, aseguró que Alexandra podría purgar cadena perpetua por el delito de asesinato en segundo grado. No obstante, debido a que el juicio se realiza en Florida, “la condena que tendría sería de 25 a 50 años”, indicó.

Este suceso representa la adicción a los juegos sociales que ha despertado la integración de estas plataformas a las redes sociales, lo que explicaría los nuevos tipos de problemas sicológicos asociados a la tecnología.


Nota: Sin duda esta noticia -difundida el 28 de octubre del 2010 por los medios de comunicación- debería alertarnos sobre el poder de evasión de la realidad que representan ciertos juegos electrónicos.


El 95% de ludópatas no acepta tratamiento

Adultos mayores y personas solas son los más vulnerables
—¿Tiene hora?
— No.
La señora que responde sin voltear siquiera el rostro está sentada frente a un tragamonedas de un casino de Miraflores. Está sola. La rodean más de un centenar de máquinas perfectamente ordenadas. Esta sala —como todas las demás—no tiene ventanas. El diseño excita los sentidos. Los colores estridentes de los juegos estimulan la visión. El volumen de la música es alto: difícil conversar. Una sala de tragamonedas no es el lugar ideal para hacer vida social: apostar es un acto solitario. Las anfitrionas ofrecen bebidas y sánguches. Ningún jugador tiene por qué levantarse. No hay un solo reloj en todo este ambiente. Los casinos son lugares sin tiempo.

“Las salas de juego están aisladas de la realidad, ofrecen un mundo de sueños, dentro de ellas nadie sabe si es de día o de noche”, dice el doctor Martín Nizama, psiquiatra y director del Instituto de Salud Mental Honorio Delgado-Hideyo Noguchi. En todo el país funcionan 806 salas de juego y 9 casinos. El 63% se encuentra en la capital.

Las máquinas tragamonedas comenzaron a instalarse en el Perú antes de 1999, cuando no existía una norma que regulara su funcionamiento. Fue por eso que invadieron sin control las principales y entonces emergentes ciudades. Aquel año, con la promulgación de la Ley 27153 estos locales comenzaron a ser fiscalizados. De un 97% de informalidad que había el 2006, ahora por lo menos se ha reducido a un 46%.

 http://elcomercio.pe/impresa/notas/95-ludopatas-no-acepta-tratamiento/20091011/353429



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